Continúa en la Isla Isabela un incendio que hasta el momento se está llevando consigo 70 hectáreas de pastizales, seis fincas han sido afectadas. Todas las especies protegidas hasta ayer no han sufrido daños.
El flagelo empezó por la quema de maleza de uno de los finqueros y se propagó por los vientos. El punto clave de la catástrofe se encuentra en el recinto Cerro Verde, en la parroquia de Santo Tomas.
Según un comunicador del Parque Nacional Galápagos (PNG), ocho guardaparques , seis policías, seis miembros de la Armada, dos del Cuerpo de Bomberos y uno de la Defensa Civil son los que están tratando de controlar el fuego. También se suman voluntarios, gente que maneja maquinaria y vehículos que dan provisiones.
El gobernador de Galápagos, Jorge Torres, dijo que todos los que están ayudando están distribuidos en dos grupos. “Uno trata de sofocar los focos del incendio en forma manual con picos, machetes y palas. El equipo caminero abre trochas y rocía agua con un tanquero en sitios que disponen de vías transitables, en otros se hace con balde”.
Se gestiona el traslado desde Quito de maquinaria pesada en un avión de la Fuerza Aérea, el cual ya estaba listo ayer. Esto se dio gracias a la coordinación del PNG con los ministerios de Gobierno, Ambiente y Defensa.
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