Las familias que vivían en la orilla del estero Salado, al sur de Guayaquil, perdieron su casa la madrugada por las fuertes lluvias. “Fue como a la 01:30. Sentimos un remezón y al ratito las casas cayeron al agua” dijo Ana Cabezas, una de las afectadas.
El fin de semana no solo causó la perdida de casas, también la muerte de Miguel Mora, que fue impactado por un rayo mientras reparaba el techo de su casa. La descarga eléctrica alcanzó también a su hermana Elisa Mora, quien presenta lesiones.
Ayer en la mañana, varios delegados del Municipio y del Gobierno fueron a la Cooperativa Santiaguito Roldós para prestar ayuda. Ernesto Romero, director de Salud del Cabildo, ofreció trasladar a las 20 víctimas a un albergue. La Defensa Civil también estuvo recorriendo el sector.
El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), dieron comida, colchones y toldos, mientras que varios representantes del Ministerio de Vivienda están buscando nuevos terrenos para encontrar un hogar a los damnificados.
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