29/10/2008
Crónica
Para cualquier persona irse a la playa es una de las cosas que mas les gusta, y mucho mas si vas con tus amigos, todo el ambiente en el que estas envuelto se vuelve una aventura. Desde que sales de tu casa miras a tu alrededor y te das cuenta que vas a un mundo, al cual no has ido nunca sola.
Me levante a las 3:30 AM de un viernes en feriado, me mire en el espejo y abrí mi cortina todavía seguía oscuro, cualquiera que se levante puede pensar que son las 11:30 PM.
A lado de mi cama estaba mi maleta la cual ya estaba lista desde la noche anterior, por cierto mi mochila era la del colegio porque mi hermano me dijo que nos íbamos de mochileros. Me metí a bañar y salí lo mas rápido que pude mientras mi hermano me gritaba “MUEVETEEEEEEEE”, camine a despedirme de mis padres, les di un beso y me dieron mi dinero que por cierto no era mucho.
Bajamos rápido las gradas por que ya nos estaban esperando, hacia un frío tremendo de madrugada yo como siempre bien prevenida me lleve mi chompa de oso. Al bajar estaban mis amigos, como se habían quedado todos a dormir en la casa de Mishell ya llegaron medios borrachos. Los mire y me subí a la furgoneta que alquilamos, la calle estaba completamente desolada, empezamos a tomar todos menos mi hermano el chofer y un colado que no se ni quien seria. Todos estábamos cantando contentos y repetíamos gritando a todo pulmón “VAMOS A LA PLAYA OH OH OH OH ”, mientras un amigo al cantar se quería lanzar por la ventana. El trago se me subió muy rápido a la cabeza y me quede completamente dormida, me desperté y ya habíamos llegado a Tonsupa la playa más popular en carnaval.
Bajarme de la furgoneta fue una de las cosas más feas que pase, me dolía todo desde mi pelo hasta la punta de los pies y el clima estaba húmedo, se notaba que había llovido la noche anterior por el lodo que estaba sobre las calles. Todos se miraban el uno al otro y tenían en la cabeza metida las mismas opciones para hacer en ese momento, tomar o irse a conseguir hotel y dormir.
Yo estaba tan cansada que sin pensarlo dos veces les dije que necesitaba dormir, eran recién las 7 :30 AM creo que mucha gente en feriado esta dormida a esas horas y yo no quería ser una excepción. Conseguimos a última hora un hotel que cuando llegamos no se veía tan desagradable y como el cansancio ganaba dormimos sin quitarnos nada.
Dieron las 12:00 PM y de poquito a poquito todos se fueron levantando, nos bañamos, las mujeres nos arreglamos, listas para salir a desayunar y luego a farandulear. Como siempre el primer día es el mas rico, nos reunimos todos para ir a desayunar comimos bolones con café, si hubiera sabido que era el único día que íbamos a comer bien hubiera disfrutado mas. Cuando recién llegamos en Tonsupa no se veía ni un alma, solo los borrachos que siempre quedan, pero al mediodía después de desayunar no había como dar un paso porque la gente te aplastaba.
Nos sentamos como siempre en la primera covacha donde toda la gente baila y toma al mismo, pero como no iba dar ganas de tomar cerveza en tremendo calor que hacia. A mi lado estaba una chica que para mi era totalmente desconocida pero de un momento al otro se unió a nuestro grupo, se presento como Micaela. Yo la miraba fijamente a los ojos por que me parecía conocida pero hablando con ella no teníamos nadie en común para llegar a conocernos.
Mis amigos se encontraron con otros amigos y los amigos de mis amigos se encontraron con otros amigos y así logramos hacer un buen grupo para conversar y disfrutar del feriado. Yo me tenía que ver con mi mejor amigo así que me fui de ahí, caminando y los hombres como es común sacan el típico piropo “Mamita si cocinas como caminas, me como hasta el cocolón”, regrese a ver y le saque el dedo del medio.
Pase sentada en la arena conversando con Víctor (mi mejor amigo), conversando se nos fue el tiempo tan rápido, lo único que hicimos fue fumar cigarrillos. Me pare y quedamos en vernos después para cambiarnos de ropa para la noche, mientras caminaba miraba a todos lados y termine viendo como un chico no se podía parar de lo ebrio que estaba. Me parecía conocido y me fui acercando de poquito a poquito, si lo conocía era Mauricio un amigo de mi hermano que se estaba quedando con nosotros, no se como le cargue pero lo lleve hasta el cuarto donde estábamos hospedados.
No podía abrir la puerta por que estaba con seguro y seguía cargando a Mauricio, golpeaba y golpeaba la puerta, cuando alguien se digno en abrirme y mire el cuarto estaba todo sucio, apestaba y los colchones estaban llenos de arena. Todos estaban borrachos, acostados encima de su propio vomitado y a lado de las latas de atún que habían comido. Estaba demasiado enojada y alguien golpeo la puerta, abrí y era la señora dueña de los cuartos y sin dejarme decirle algo, me pidió muy cordialmente que desalojemos en 2 horas.
Desperté a todos de un grito que nunca se van a olvidar, arreglaron un poco el cuarto se arreglaron y salimos otra vez a buscar hotel, solo los miraba con ojos de iras como yo no hice nada y estoy pagando lo de otros. Buscamos por todos lados hotel y no encontramos y sinceramente todos sabíamos que no íbamos a encontrar, encontramos uno y para rematar a todos les robaron su dinero cuando estuvieron tomando. Por suerte el chofer que nos llevo seguía en su carro porque le pagamos para que este siempre con nosotros, así que a las 3 de la mañana después de rendirnos completamente de buscar plata y hotel, decidimos regresarnos a Quito.
Todos con unas caras bien tristes, pero en el viaje yo tenia todavía dinero y nos llevamos para Quito unas botellas de Pedrito coco, un trago característico de Esmeraldas. Yo no tenía ganas de tomar, solo miraba por la carretera y pensaba que capas no debía haber ido a este viaje que termino mal. Solo para estar un día y regresar a mi casa, mientras pensaba y miraba me quede completamente dormida.
Eran las 9:00AM y llegamos a Quito abrí los ojos y estaba debajo de mi casa y me repetí mil veces en la cabeza mi viaje no fue como esperaba.
domingo, 15 de febrero de 2009
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